En el marco del Día Internacional de la Mujer, nos enorgullece apoyar el tema de «Inspirar la inclusión». Creemos firmemente en asegurarnos de que las mujeres sean incluidas en todos los aspectos de nuestro trabajo, ya que esto conduce a mejores resultados para todas las personas.

En Practical Action, trabajar con mujeres y abordar la desigualdad de género es fundamental para todo lo que hacemos. Nos comprometemos constantemente con comprender cómo se pueden modificar los sistemas para satisfacer de mejor manera las necesidades de las mujeres, reflejar sus puntos de vista, así como aportar a sus vidas y su bienestar. También trabajamos con hombres, para involucrarlos y trabajar de manera constructiva junto a ellos para desafiar supuestos, prejuicios y comportamientos.

Mientras celebramos el Día Internacional de la Mujer 2024, comprometámonos con crear un mundo donde las mujeres sean incluidas y valoradas. Únase a nuestro esfuerzo por construir un futuro más inclusivo para todas las personas.

A continuación, exploramos siete razones por las cuales la igualdad de género es tan importante en nuestro trabajo…


1. La desigualdad de género y la pobreza están vinculadas

Es imposible abordar uno sin considerar el otro. Más mujeres y niñas viven en condición de pobreza extrema a comparación de hombres y niños. En 2022, se estimó que las cifras alcanzan los 315 millones de mujeres y niñas viviendo en pobreza extrema, frente a 298 millones de hombres y niños (World Poverty Clock). Incluso entre las mujeres y los hombres con empleo, más mujeres viven en pobreza extrema que hombres (41% de las mujeres empleadas, en comparación con el 38% de los hombres empleados, en países de bajos ingresos en 2019).

Resulta sorprendente, pero tal vez no tanto, al considerar que, por ejemplo, en el Reino Unido, a pesar de años de atención sobre la problemática en cuestión, el promedio de la brecha salarial de género para los empleados y empleadas a tiempo completo sigue siendo de casi el 8% (Brecha salarial de género en el Reino Unido –  Oficina de estadísticas nacionales– ons.gov.uk). En muchos de los países en los que trabajamos, tenemos conocimiento de mujeres que reciben menos de la mitad de la remuneración que reciben sus homólogos masculinos por exactamente el mismo trabajo.

Hemos observado en recientes trabajos de saneamiento en Bangladesh que a las mujeres se les paga un 50% menos que a los hombres por desempeñar las mismas labores. En una de las ciudades donde trabajamos en Bangladesh, conseguimos un acuerdo con el ayuntamiento para que las mujeres y hombres reciban la misma remuneración por su trabajo. Este es un logro notable para Bangladesh y marca un comienzo hacia cambiar las normas de género.


2. Las mujeres alimentan al mundo

La mayoría de las personas que se dedican a la agricultura en las comunidades donde trabajamos son mujeres. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que más del 50% de los alimentos producidos a nivel mundial son cultivados por mujeres, y en la mayoría de los países en desarrollo esta cifra aumenta hasta el 60-80% (Seguridad alimentaria de género- fao.org).

Sin embargo, a pesar de desempeñar este papel predominante en nuestra producción de alimentos, las mujeres y niñas enfrentan niveles más altos de hambre y desnutrición. ONU Mujeres cita datos que indican que la brecha de género en la inseguridad alimentaria moderada o grave a nivel mundial creció del 6% en 2019 al 10% en 2020. Es decir, un 10% más de mujeres que hombres enfrentaron niveles moderados o graves de inseguridad alimentaria. Estos niveles variaron según la región, siendo América Latina y el Caribe una de las más afectadas. La brecha en inseguridad alimentaria entre mujeres y hombres aquí llegó a alcanzar el 30%.

Desde Practical Action promovemos las prácticas de agricultura regenerativas. Estas prácticas preservan y rehabilitan los niveles de fertilidad del suelo, protegen la biodiversidad local, utilizan biopesticidas y fertilizantes producidos localmente y promueven una agricultura resiliente al clima, lo cual aporta a la seguridad alimentaria. Las mujeres agricultoras han utilizado y perfeccionado estos métodos durante generaciones. Estamos trabajando con ellas para compartir estos conocimientos y prácticas esenciales.


3. El poder de las mujeres en la energía

El mundo atraviesa una transición energética; sabemos que esto es esencial para la supervivencia del planeta. No está ocurriendo con la rapidez necesaria, pero se están logrando algunos avances. Sin embargo, cuando nos centramos en el uso de energía a nivel doméstico, notamos que dos de los usos enérgicos más necesarios son calentar nuestros hogares y cocinar. Aun así, alrededor de 2.3 billones de personas alrededor del mundo (aproximadamente un tercio de la población mundial) siguen cocinando con fuegos abiertos o estufas ineficientes, las cuales son alimentadas por queroseno, biomasa (madera, estiércol animal y desechos de cultivos) y carbón, todas opciones que contaminan el aire de los hogares (OMS).

Dado que la mayor parte de la cocina doméstica recae sobre las mujeres en casi todos los rincones del mundo, los impactos de respirar el humo dañino de cocinas en mal estado afectan desproporcionadamente a la salud de mujeres, niñas y niños; de hecho, la contaminación del aire interior es una de las principales causas de mortalidad de las mujeres a nivel mundial.

Al mismo tiempo, a medida que el mundo hace la transición hacia fuentes de energía renovables, menos del 14% de los puestos de alta dirección en esta industria son ocupados por mujeres (AIE).

Esto representa una enorme oportunidad desaprovechada: nuestro trabajo comprueba el poder que tienen las mujeres emprendedoras para llegar a mercados energéticos que son ignorados frecuentemente.

Mejorar la diversidad en la fuerza laboral y el liderazgo empresarial no sólo es lo correcto, sino también lógico desde el punto de vista de negocios, ya que ayuda al crecimiento empresarial y la expansión hacia nuevos mercados.


4. Es necesario aclarar las cuestiones de género en el saneamiento

Cuando hablamos de agua y saneamiento, son las mujeres y niñas las que suelen invertir horas cada día recolectando agua para sus hogares. Resulta ser un trabajo pesado, laborioso y trae consigo un costo personal enorme. Este tiempo podría dedicarse a trabajar, estudiar o disfrutar del tiempo libre con amistades y familia. En algunos lugares, los baños comunitarios y públicos se encuentran en estado precario, y viajar hasta las fuentes de agua asume un riesgo real de acoso sexual y violencia.

En las regiones donde trabajamos, las trabajadoras de saneamiento en ciudades reportan sentirse incómodas y sufrir impactos en salud a largo plazo, justamente por no poder acceder a los baños mientras trabajan para mantener limpias las calles de la ciudad.

Al rediseñar el saneamiento para ser un proceso más inclusivo, hemos observado la creación de oportunidades económicas para que las mujeres obtengan ingresos y sean reconocidas por su trabaj0, al mismo tiempo que generamos entornos más limpios y seguros para todas las personas.


5. Las mujeres son campeonas climáticas

A medida que la crisis climática se acelera, resulta cada vez más claro que sus impactos no son uniformes. Las desigualdades existentes se exacerban en tiempos de crisis. Las estadísticas son impactantes. Cuando el ciclón Gorky azotó Bangladesh en 1991, las mujeres tenían 14 veces más probabilidad de morir que los hombres. El 70% de las personas muertas por el tsunami en el océano Índico de 2004 fueron mujeres. Por otro lado, cuando el ciclón Nargis que azotó Myanmar en 2008, el 61% de las muertes correspondían a mujeres.

Hemos trabajado para desarrollar sistemas de alerta temprana de inundaciones con perspectiva de género en varios países del mundo, entre ellos Nepal, Perú, Filipinas y Mozambique. Estos sistemas garantizan que las necesidades de las mujeres y niñas, así como de otros grupos vulnerables, se consideren a lo largo de todo el diseño. Muchas de las lecciones clave se resumen aquí.

Cuando se trata de amenazas a largo plazo, como sequías y patrones climáticos cambiantes, encontramos que no sólo las mujeres se ven más afectadas por ellos, sino que el conocimiento que poseen las mujeres rurales frecuentemente resulta ser la clave para comprender estos cambios y adaptarse a ellos. Consulte aquí para obtener más información sobre nuestra experiencia.


6. Se necesitan más mujeres en puestos de liderazgo

En términos más generales, vemos que las mujeres son excluidas de espacios de toma de decisiones y de puestos de liderazgo en diversos sectores y en la mayor parte del mundo. ONU Mujeres informa que las mujeres constituyen el 70% de la fuerza laboral sanitaria a nivel mundial, pero ocupan menos de un tercio de los puestos ejecutivos de salud. Y, sin embargo, los análisis del mundo de negocios respaldan la afirmación de que la diversidad en puestos altos conduce a mejores resultados (Las empresas con más ejecutivas femeninas ‘funcionan mejor’ – BBC News), (Investigación: Las mujeres son mejores líderes durante una crisis – hbr.org ).

Por esta razón, consideramos el empoderamiento de las mujeres como un foco importante de gran parte de nuestro trabajo; queremos asegurarnos de aprovechar cada oportunidad para apoyar a que las mujeres asuman posiciones de liderazgo, además de trabajar en conjunto con los hombres para comprender los beneficios que esto trae para la sociedad como un todo (ver aquí para ver una instantánea de algunos de nuestros trabajos sobre este tema).


7. Las sociedades igualitarias benefician a todos y todas

Esto nos lleva a la última razón, y quizás la más fundamental, por la que nos centramos en la igualdad de género. En pocas palabras, todas las personas nos beneficiamos de sociedades más igualitarias. La igualdad de género no es un juego de suma cero: nadie se perjudica si las mujeres y niñas tienen la oportunidad de aprovechar y maximizar sus habilidades y conocimientos.

Ya sea adoptando y promoviendo prácticas de agricultura regenerativas que impulsen la seguridad alimentaria global y protejan nuestro mundo natural; desarrollando y compartiendo soluciones de energía renovable como parte de la transición a la energía renovable, participando activamente en la gobernanza y la prestación de servicios de saneamiento y residuos, o garantizando medidas efectivas de prevención y respuesta ante la aceleración de los peligros naturales. Colectivamente, nuestra sociedad mejora cuando la igualdad de género se integra a lo largo de todos los procesos.

Debemos considerar estos puntos desde el comienzo de nuestro trabajo, para así asegurarnos de que estamos contribuyendo genuinamente a un mundo que funcione mejor para todos y todas. Como alguna vez expresó elegantemente nuestra Directora Regional para América Latina, Alicia Quezada: “la igualdad de género es desarrollo”. Esta es exactamente la razón por la que nos tomamos en serio el género.


En el Día Internacional de la Mujer, recordamos el poder de la inclusión y la importancia del papel de todas las personas para lograrla. «Inspirar la inclusión» no es sólo un tema para un día; es un llamado a la acción para todos y cada uno de los días. En Practical Action, nuestro compromiso de incluir a las mujeres en todos los aspectos de nuestro trabajo es continuo. Creemos que, trabajando en conjunto, escuchándonos y desafiando el status quo, podemos lograr avances reales hacia un mundo donde todas las personas, independientemente de su género, sean valoradas y escuchadas.

¡Únase! Ya sea apoyando iniciativas que promueven la igualdad de género, abogando por políticas inclusivas o simplemente iniciando conversaciones sobre la importancia de la inclusión en sus propias comunidades, cada acción cuenta. Colectivamente, podemos inspirar el cambio y construir un mundo más inclusivo para las generaciones próximas.

Gracias por compartir en este Día Internacional de la Mujer. Mantengamos el impulso y sigamos inspirando la inclusión todos los días.

“La igualdad de género es desarrollo”.

Alicia Quezada, Directora Regional para América Latina